El presidente Javier Milei utilizó la Cadena Nacional para presentar el Presupuesto 2026 y reiterar que el equilibrio fiscal es la base de su plan de gobierno. En su mensaje desde Casa Rosada, anunció incrementos en partidas para jubilaciones, educación y salud, al tiempo que aseguró que “lo peor ya pasó”.
El equilibrio fiscal como pilar central
Durante el Discurso de Javier Milei, el mandatario ratificó que el equilibrio fiscal es “la piedra angular” de su gestión. Según explicó, ningún país puede prosperar sin un presupuesto equilibrado y advirtió que, de no sostener esa disciplina, la Argentina correría el riesgo de caer nuevamente en una “inflación descontrolada”.
“Si respetamos el equilibrio fiscal, tenemos asegurado un crecimiento sostenible. Si fallamos, volveremos a caer en el pozo de la destrucción de expectativas”, afirmó Milei.
En este sentido, presentó al Presupuesto 2026 como una “ratificación del compromiso inquebrantable” de su administración con la estabilidad de las cuentas públicas. También señaló que el gasto nacional alcanzará el nivel más bajo en relación al PBI de los últimos 30 años, quedando incluso por debajo del gasto provincial.
Aumentos para salud, educación y jubilaciones
Uno de los puntos centrales del Discurso de Javier Milei fueron los anuncios vinculados a la asignación de recursos. El Presidente informó que el proyecto contempla:
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Un incremento del 17% real en el área de salud.
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Un aumento del 8% por encima de la inflación en educación.
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Una suba del 5% real en jubilaciones.
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Un incremento del 5% real en pensiones por discapacidad.
Asimismo, el Gobierno destinará 4,8 billones de pesos a universidades nacionales, lo que representa un refuerzo significativo para el sistema educativo superior.
“El 85% del Presupuesto se destinará a educación, salud y jubilaciones. Eso quiere decir que la prioridad de este gobierno es el capital humano”, enfatizó el mandatario.
“Lo peor ya pasó”
Milei reconoció que, pese a los avances en materia de inflación y superávit, muchos argentinos aún no perciben mejoras en su vida cotidiana. “Durante estos 20 largos años muchísimos argentinos han perdido todo. Más allá del éxito de nuestra gestión, entendemos que muchos aún no lo perciban en su realidad material”, señaló.
Sin embargo, transmitió un mensaje de optimismo: “Los años más duros fueron los primeros. Lo peor ya pasó”. Y remarcó que el Presupuesto fue diseñado bajo una regla fiscal “inquebrantable”, que asegura superávit primario o, como mínimo, equilibrio fiscal al cierre del ejercicio.
Superávit y financiamiento para el sector privado
El Presidente destacó que, por primera vez en décadas, el superávit permitirá que el sector público financie al sector privado. “El superávit es lo que nos permitirá otorgar financiamiento del Tesoro a actores privados que quieran invertir en el país en grandes concesiones”, afirmó.
También hizo hincapié en que el Tesoro no podrá recurrir al financiamiento del Banco Central, con el objetivo de evitar emisión monetaria y eventuales rebrotes inflacionarios. Además, la ley presupuestaria prevé una regla de estabilidad fiscal que obliga a ajustar partidas si los ingresos caen o los gastos superan lo previsto.
Proyecciones de crecimiento
En el tramo final del Discurso de Javier Milei, el Presidente proyectó que, con la consolidación del equilibrio fiscal, Argentina podría alcanzar un crecimiento sostenido del 5% anual. A su vez, ese porcentaje podría escalar al 7 u 8% si se aprueban las reformas estructurales pendientes en el Congreso.
“El orden fiscal y el superávit son la diferencia entre soñar con un futuro mejor o vivir encerrados en un presente decadente”, expresó, antes de convocar a la dirigencia política a sostener el rumbo de reformas.
Llamado a consensos políticos y al sector privado
Milei insistió en que el progreso no llegará de manera inmediata y que requiere consensos entre Nación, provincias y Congreso. “Roma no se construyó en un día. Necesitamos tiempo para que el trabajo adquiera cada vez mayor valor”, señaló.
En su mensaje a empresarios y trabajadores, subrayó la importancia de abandonar “el pensamiento mágico” y dejar atrás “el autosabotaje económico constante de las últimas décadas”.
“Si queremos que haya menos pobreza necesitamos más empleo. Si queremos más empleo necesitamos más empresas invirtiendo. Y para que inviertan debemos dejar de ver a los empresarios como enemigos públicos”, dijo.
Además, aseguró que la estabilidad macroeconómica permitirá reducir el riesgo país, lo que derivará en menores tasas de interés y condiciones más favorables para la inversión.
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