Las ventas en supermercados de Mendoza cerraron el primer semestre de 2025 con un leve repunte respecto a 2024, aunque todavía muestran una caída significativa frente a 2023.
De acuerdo con un informe del CEPA (Centro de Economía Política Argentina), en base a la Encuesta de Supermercados del INDEC, la facturación totalizó $585.783 millones. Esto significó un 0,5% más que en 2024, pero un 10,9% menos que en 2023.
Ventas en números: la comparación interanual
El crecimiento frente a 2024 apenas representó $2.700 millones adicionales. Sin embargo, la caída respecto a 2023 implicó una pérdida de $71.717 millones medidos en pesos constantes de junio de 2025.
Incluso al comparar con 2022, las ventas de supermercados en Mendoza siguen en retroceso: -10,1%.
“Todos estamos afinando números para que las ventas repunten. Por eso casi no hay subas de precios y tratamos de no trasladarlas a la góndola”, señaló Rubén David, referente del supermercado mayorista Oscar David.
Qué rubros bajaron y cuáles lograron crecer
El informe revela que la baja en el consumo no impactó de manera uniforme.
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Los productos de almacén registraron caídas de 1,9% frente a 2024 y 22,3% respecto a 2023.
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La venta de carne descendió 4,1% interanual y 14,2% frente a 2023.
En contraste, frutas y verduras mostraron un desempeño positivo, impulsadas por su rol como alternativas más accesibles en el actual escenario económico.
La indumentaria y el calzado también crecieron: +15,2% respecto a 2024, superando además las cifras de 2023 y 2022. Según CEPA, esta mejora responde a la apertura importadora que permitió mayor competencia en precios.
En el caso de artículos electrónicos, las ventas aumentaron 21,6% en comparación con 2024, aunque sin alcanzar los niveles de 2023.
Poder adquisitivo y su impacto en las ventas
La evolución de las ventas está ligada directamente al salario real. Entre noviembre de 2023 y septiembre de 2024, el poder adquisitivo de los trabajadores registrados en Mendoza cayó 6,5%.
Aunque a inicios de 2025 se observó una leve recuperación, el desfasaje sigue siendo marcado.
Si se ajusta el IPC por la Encuesta Nacional de Gastos de Hogares (Engho), la pérdida real del poder adquisitivo entre noviembre de 2023 y marzo de 2025 asciende a 7,6%. Según estimaciones del CEPA, esto equivale a ingresos no percibidos por entre $895.192 y $1.493.340 por trabajador.
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