Este miércoles, el fútbol argentino se vistió de luto tras confirmarse el fallecimiento de Miguel Ángel Russo, actual entrenador de Boca Juniors y figura emblemática del deporte nacional. El reconocido director técnico murió a los 69 años, tras atravesar complicaciones de salud en las últimas semanas que lo llevaron a ser hospitalizado en reiteradas ocasiones.
El club de la Ribera expresó su pesar a través de un comunicado oficial:
«El Club Atlético Boca Juniors comunica con profunda tristeza el fallecimiento de Miguel Ángel Russo. Miguel deja una huella imborrable en nuestra institución y será siempre un ejemplo de alegría, calidez y esfuerzo. Acompañamos a su familia y a sus seres queridos en este momento de dolor. ¡Hasta siempre, querido Miguel!»
A comienzos de septiembre, Russo había sido internado por una infección urinaria. Aunque logró reincorporarse brevemente al cuerpo técnico xeneize, debió ausentarse de los últimos encuentros del equipo por recomendación médica, siendo reemplazado de manera interina por Claudio Úbeda.
Nacido en Lanús en 1956, Russo desarrolló su carrera como futbolista en Estudiantes de La Plata, donde debutó profesionalmente en 1975 y permaneció hasta su retiro. Con el “Pincha”, fue campeón del fútbol argentino en 1982 y 1983, desempeñándose como mediocampista.
Su trayectoria como entrenador comenzó en 1989 en Lanús y lo llevó a dirigir a numerosos equipos del país, incluidos Rosario Central, San Lorenzo, Racing, Vélez, Colón y el propio Estudiantes. En 2007 alcanzó la cima de su carrera al coronarse campeón de la Copa Libertadores con Boca Juniors, su único título internacional como DT. También tuvo pasos por el exterior, dirigiendo en ligas de España, México, Chile, Colombia, Perú, Paraguay y Arabia Saudita.
El legado de Miguel Ángel Russo trasciende títulos: fue un referente de trabajo, respeto y humildad dentro y fuera de la cancha. Su partida deja un vacío enorme en el fútbol argentino.
