Las protestas que sacuden hoy a Perú son apenas una parte de una ola mucho más grande. Desde Nepal hasta Marruecos, pasando por Francia, Indonesia, Madagascar y Paraguay, la llamada Revolución Z se extiende como una llamarada global. Jóvenes nacidos después de 1996 -una generación marcada por la digitalización, la precariedad y la desconfianza hacia las élites- se están organizando para desafiar lo que perciben como un orden mundial agotado.
En Lima, el movimiento alcanzó un punto de no retorno tras la muerte del rapero Eduardo Mauricio Ruiz Sanz, conocido como Trvko, de 32 años. El artista cayó abatido por un disparo durante una manifestación el pasado 10 de octubre, el mismo día en que las protestas lograron la destitución de la presidenta Dina Boluarte. Su figura se convirtió en el primer mártir global de la Revolución Z.
Lejos de aplacarse, las movilizaciones continuaron con más fuerza contra el nuevo gobierno de José Jerí, acusado de perpetuar los mismos males: corrupción, desigualdad y falta de respuestas económicas. En las calles de Lima, las pancartas con la cara de Trvko se mezclan con el símbolo que ya unifica a toda esta generación: una bandera pirata con un sombrero de paja, tomada del manga japonés One Piece.
Nepal: el epicentro de la Revolución Z
El término Revolución Z apareció por primera vez en Nepal a comienzos de septiembre, cuando el gobierno de KP Sharma Oli prohibió varias redes sociales y desató la furia de los jóvenes. Lo que empezó como una protesta por la libertad digital terminó en un movimiento nacional que exigía transparencia y fin de la corrupción.
Miles de estudiantes ocuparon las calles de Katmandú. Las manifestaciones crecieron hasta provocar choques con la policía y ataques a edificios públicos. En cuestión de días, el gobierno colapsó. Oli renunció y huyó del país el 9 de septiembre, mientras la jueza Sushila Karki asumía como primera ministra interina. Los jóvenes declararon una “pausa estratégica” después de lograr su objetivo: un cambio de liderazgo.
Nepal se convirtió así en el punto de partida simbólico de la Revolución Z. La bandera pirata ondeó por primera vez en la Plaza Durbar, acompañada del lema: “No queremos líderes, queremos justicia.”

Marruecos: rebelión contra la desigualdad
La chispa encendida en Asia saltó pronto al norte de África. En Marruecos, el colectivo anónimo GENZ212 comenzó a convocar a manifestaciones el 27 de septiembre. Las consignas eran simples y directas: mejor educación, mejor salud, menos desigualdad.
Las marchas se multiplicaron en ciudades como Casablanca, Agadir y Rabat, con una participación inédita de jóvenes menores de 25 años. El gobierno respondió con represión. Tres personas murieron, cientos resultaron heridas y quince manifestantes fueron condenados a penas de entre tres y quince años de prisión. Organizaciones de derechos humanos denunciaron la criminalización de la protesta.
A pesar de la dureza de la respuesta estatal, la Revolución Z marroquí logró instalar un debate nacional sobre el acceso a los servicios públicos. En las redes, el hashtag #RevolucionZ se volvió tendencia en árabe y francés. La bandera del sombrero de paja ondeó también en Marruecos, transformándose en un símbolo de resistencia cultural y política.
Madagascar: cuando la rabia tumba un gobierno
El 12 de octubre, el presidente Andry Rajoelina de Madagascar anunció su huida del país a bordo de un avión militar francés. Días antes, miles de jóvenes habían tomado las calles de Antananarivo para protestar contra los cortes de agua y electricidad, sumando su voz al movimiento global de la Revolución Z.
Las manifestaciones, inicialmente pacíficas, se tornaron violentas tras la represión de las fuerzas de seguridad. Según la ONU, al menos 22 personas murieron. La bandera pirata volvió a aparecer como símbolo común. En las redes, circuló una frase que se repitió de Katmandú a Lima: “No tenemos miedo, tenemos futuro.”
La caída de Rajoelina marcó la primera vez que un gobierno africano fue derrocado en el marco de esta ola generacional. Para los jóvenes malgaches, fue la prueba de que podían cambiar el rumbo político de su país.

Paraguay: un grito pacífico contra la corrupción
En América Latina, la Revolución Z tomó forma en Paraguay. El 28 de septiembre, miles de jóvenes se concentraron frente al Congreso en Asunción con una consigna contundente: “Somos el 99,9 %. No queremos corrupción.”
Sin banderas partidarias ni líderes visibles, la Generación Z paraguaya organizó las protestas a través de TikTok, Instagram y Discord. Los mensajes mezclaban política con cultura pop: música callejera, cosplay y murales con referencias al anime One Piece.
Aunque las manifestaciones fueron mayormente pacíficas, el mensaje fue igual de potente. “La juventud paraguaya está sensibilizada políticamente, pero no se siente representada en el proceso electoral”, explicó el analista Leonardo Berniga. La dirigente feminista Lilian Soto resumió el sentimiento general: “Hay una rabia enorme por el abandono estatal, la corrupción y la falta de políticas públicas.”
Una generación global en pie
De Katmandú a Lima, de Antananarivo a Asunción, las revueltas de la Revolución Z comparten un mismo pulso. No hay líderes carismáticos ni partidos detrás. Todo se articula desde las redes sociales, en una lógica descentralizada que refleja el ADN digital de esta generación.
Los jóvenes de la Revolución Z crecieron en democracias formales, pero sienten que el sistema político actual no les pertenece. Denuncian el desempleo, la falta de acceso a la vivienda, la precariedad laboral y la corrupción endémica que se repite de país en país.
A diferencia de movimientos anteriores, la Revolución Z mezcla cultura pop, activismo y tecnología. Su emblema, la bandera pirata del sombrero de paja, resume su espíritu: una rebelión que se ríe del poder y se comunica con memes, canciones y transmisiones en vivo.
El rapero Trvko lo había anticipado en su último tema, publicado días antes de morir:
“Nos quitaron el futuro, pero no la voz.”
Hoy esa voz resuena en varios idiomas, uniendo a una generación que ya no espera permiso para cambiar el mundo.

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https://youtu.be/KIyurPvWu-0?si=GbOEWnj_c1WzVadh
https://lv18.com.ar/katmandu-protestas-parlamento-incendiado-nepal/





