Hoy es el Día Mundial del Farmacéutico, una fecha establecida por la Federación Internacional Farmacéutica (FIP), que trabaja por el desarrollo de este sector fundamental para la salud de todos los países.
La festividad fue elegida mediante un consejo realizado en Estambul (en 2009), en honor a la fundación del FIP. Esta organización no gubernamental nació en 1912 -en Países Bajos- y engloba asociaciones farmacéuticas de todo el mundo.
La historia de esta fundación estuvo cargada de obstáculos. En 1914, quedó suspendida por la Primera Guerra Mundial. Luego de superar diversos conflictos, alcanzó a colaborar con la Organización Mundial de la Salud, en búsqueda de desarrollar nuevos proyectos en todo el mundo.
El principal aporte de la fundación se centra en la búsqueda de nuevos conocimientos, tecnología y ciencia, que aporten a la educación y concientización social sobre aspectos relacionados con la salud.
De esta manera, este día intenta brindar mayor reconocimiento al papel que cumple la industria farmacéutica en el mundo. La prevención de enfermedades y la educación sobre políticas de salud a la sociedad son algunos de los principales aspectos que destacan en esta profesión.
Un farmacéutico es quien tiene la formación y conocimientos para trabajar en función de la salud, el tratamiento y prevención de enfermedades y el asesoramiento a las personas.
Este rol requiere cualidades comunicativas, que permitan orientar a quienes consultan sobre situaciones, sintomatología o enfermedades en particular. Asimismo, pueden ayudar a evitar negligencias y esclarecer dudas sobre algún tema en particular.