El mercado de Alquileres en San Rafael atraviesa una etapa de ajustes moderados. Según explicó Jorge Altamirano, vicepresidente del Colegio de Corredores Públicos Inmobiliarios de Mendoza en diálogo con LV18, el incremento trimestral se estabilizó en 6,35 por ciento.
Los contratos se firman por un mínimo de doce meses y el esquema de aumento queda en manos del propietario. Existen dos caminos. El primero toma como referencia el índice oficial publicado por el Banco Central. El segundo responde a acuerdos privados, donde el contrato ya fija aumentos escalonados.
Altamirano describió un ejemplo claro. Un dueño puede establecer tres meses a un valor base, otros tres con un monto superior y así sucesivamente. En cambio, con el índice oficial se espera el cierre de cada trimestre para aplicar el porcentaje que informa el gobierno.
El depósito debe devolverse al valor del último mes
Uno de los puntos que más dudas genera entre inquilinos es la actualización del depósito de garantía. Altamirano recordó que, si el propietario solicita un mes de depósito, al finalizar el contrato debe devolverlo actualizado al precio del último mes de alquiler.
El ejemplo es directo. Si el contrato inicia con un alquiler de diez mil pesos y termina en cincuenta mil, el dueño debe devolver cincuenta mil. Es un derecho para el inquilino y parte de las obligaciones contempladas en la normativa vigente.
Condiciones del inmueble y precio justo: el equilibrio del mercado
Con la nueva legislación, las obligaciones quedaron más claras para ambos lados. Altamirano señaló que el mercado tiende a autorregularse porque el inquilino hoy tiene más opciones y tiempo para evaluar.
Un precio fuera de lógica deja al propietario sin interesados. Lo mismo ocurre si la vivienda no está en condiciones. Sin filtraciones, sin fallas eléctricas y con servicios básicos garantizados. Esa calidad mínima forma parte del marco legal. El equilibrio aparece porque ninguna de las dos partes tiene más poder que la otra. El contrato funciona cuando ambas cumplen.
Propiedades turísticas que pasan al alquiler fijo y suman competencia
La oferta también cambió por otro factor. Dueños de cabañas y unidades turísticas, al prever una temporada floja, derivaron esos inmuebles al alquiler permanente. La idea es cubrir costos del resto del complejo y diversificar ingresos.
Esa nueva oferta se sumó a las propiedades históricamente destinadas al alquiler tradicional y empujó la competencia. Incluso muchos alojamientos equipados ingresaron con valores similares a los inmuebles sin muebles.
Altamirano aclaró que las inmobiliarias no definen las condiciones. Quien fija pautas es el dueño. Las agencias funcionan como nexo para concretar la operación, no como formadoras del precio.







