Mientras el Gobierno provincial no da señales respecto de la reactivación del Sistema de Lucha Antigranizo en todo el territorio mendocino, siguen apareciendo voces que destacan su efectividad.
A mediados del año pasado – de manera sorpresiva – Alfredo Cornejo dijo a los cuatro vientos que era “un mito como la cruz de sal”. Sin dar demasiadas explicaciones, el gobernador decidió eliminar el sistema de mitigación, mientras el agro quedó boquiabierto.
Las expresiones del primer mandatario provincial generaron una tormenta de angustia en la casa de los productores.
Esto llevó a los departamentos de San Rafael y General Alvear a diseñar un nuevo plan que permitiera encarar el combate al granizo. Así fue que, con el aporte de la ciudadanía, se pudo dar respuesta.
De más está decir que el sistema de mitigación funcionó, considerando que los daños fueron notoriamente menores que en el resto de la provincia. Capítulo aparte merece la queja del resto de los departamentos que se vieron desprotegidos y sufrieron los embates de gruesos nubarrones.
Acorralado por referentes de su propio espacio político (Este y Valle de Uco), cámaras empresariales y asociaciones rurales de toda la provincia, Cornejo afirmó a fines de diciembre del año pasado que si le demostraban que era efectiva, no iba a tener problema en reactivarla, algo que todavía no ocurrió.
A la espera de una contestación por parte del Ejecutivo, las opiniones a favor de la lucha antigranizo siguen creciendo, tal como sucedió hace unos días en un masivo encuentro de entidades intermedias de San Rafael, en el marco de la discusión por la autonomía municipal.
Fue el ingeniero Horacio Pessano, especialista en el tema, quien expuso los números que dejó la temporada y ratificó que el sistema funciona.
“No hay un método 100% efectivo, ni la lucha ni la tela, pero sí es una herramienta que nos ayuda a mitigar”, destacó el profesional.
“La efectividad es alta, con un 40% más de tormentas y prácticamente la misma cantidad de hectáreas cultivadas”, anexó.
El discurso de Pessano va en sintonía con lo que expresaron al final de la temporada los expertos de Aerotec y Weather Modification, quienes demostraron que se trata de un sistema confiable. Lo que pasó hace dos meses en el Aeroclub de San Rafael, cuando se hizo el balance del ciclo, no fueron palabras arrojadas al viento, teniendo en cuenta que en la exposición sobraron los gráficos, números, porcentajes y estadísticas.
Caminando por el mismo surco, el ingeniero expresó: “Entre 1993 y 1999, cuando no hubo lucha, el promedio de superficie productiva dañada llegaba a 11.000 hectáreas, lo que se redujo a poco más de 5.400 con la defensa activa contra el granizo”.