Boca ya dio vuelta la página y, aunque duela, dejó atrás la derrota en el clásico con River en la Bombonera para pensar exclusivamente en Palmeiras. El jueves será la gran revancha para decidir quién jugará la final de la Copa Libertadores y el plantel ya llegó en la tarde del martes a San Pablo para el gran desafío.
Ni el entrenador Jorge Almirón ni los jugadores pueden darse el lujo de dejar que el duro golpe del domingo influya en el ánimo de cara al compromiso en Brasil. Así lo entienden también los hinchas, que recibieron en el aeropuerto al micro con los integrantes de la comitiva antes de que partieran a Brasil.
Cada futbolista que bajaba del ómnibus era vitoreado por la gente y la mayoría, incluido Almirón, mostró rostros sonrientes y gesto distendido. Ya adentro de la estación aérea, algunos como Edinson Cavani se detuvieron a firmar autógrafos.
En la lista de convocados se produjo la novedad de la presencia de Luca Langoni, recuperado de su lesión. En contrapartida, Marcos Rojo se entrenó de forma diferenciada este martes y no se sabe si podrá ser titular tras la molestia muscular por la que dejó el campo en el primer partido con Palmeiras. Otra duda es la de Nicolás Figal, que también presenta incovenientes físicos.
