Comenzó oficialmente el cónclave en el Vaticano que elegirá al nuevo papa, sucesor de Francisco. Un total de 133 cardenales menores de 80 años, con derecho a voto, participan del proceso más reservado y simbólico de la Iglesia católica. Ahora el único objetivo es definir al nuevo pontífice que guiará a más de 1.300 millones de fieles en todo el mundo.
Una jornada marcada por la solemnidad
A las 10:00 (hora local), se celebró la tradicional misa “Pro eligendo Pontifice” en la basílica de San Pedro. La ceremonia fue presidida por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del Colegio Cardenalicio, quien en su homilía hizo un llamado claro a la conciencia y responsabilidad de los votantes. “Discernimiento, oración y compromiso con la Iglesia” fueron los ejes de su mensaje, en un contexto donde el catolicismo enfrenta desafíos internos y externos.
A pesar del clima gris y la amenaza de lluvia, más de 5.000 fieles participaron en la celebración dentro de la basílica, mientras otros la siguieron desde pantallas instaladas en la plaza de San Pedro. La asistencia fue notable, aunque no alcanzó las aglomeraciones de cónclaves anteriores. La seguridad fue estricta, con controles en todos los accesos y un gran despliegue de fuerzas policiales.
Rumbo a la Capilla Sixtina: el inicio del cónclave
A las 16:15, los cardenales se reunieron en la Capilla Paulina, dentro del Palacio Apostólico, donde comenzó la solemne procesión hacia la Capilla Sixtina. En ese trayecto cantaron letanías y el himno “Veni Creator Spiritus”, invocando al Espíritu Santo para que ilumine la elección del nuevo papa.
Una vez dentro de la Capilla Sixtina —el recinto histórico que alberga los frescos de Miguel Ángel y el escenario de cada elección papal desde 1492—, los cardenales hicieron su juramento de secreto, comprometiéndose a no revelar nada del proceso ni del desarrollo de las votaciones.
El maestro de ceremonias pontificio, monseñor Diego Ravelli, pronunció entonces el clásico “Extra omnes” (“¡Fuera todos!”), con lo cual se ordenó la salida de todas las personas ajenas al cónclave y se procedió al cierre de las puertas. Desde ese momento, los cardenales permanecen incomunicados, sin acceso al exterior, hasta que se logre un consenso.
Una decisión clave para el rumbo de la Iglesia
El mundo espera con atención el resultado de este cónclave. No solo se trata de elegir a un nuevo líder religioso, sino de marcar el rumbo que tomará la Iglesia en los próximos años. Cuestiones como el papel de la mujer, la lucha contra los abusos, el diálogo interreligioso, la modernización interna y el rol de la Iglesia en un mundo cambiante están sobre la mesa.
Aunque no hay un favorito claro, se sabe que hay bloques con distintas visiones: algunos cardenales apuestan por un perfil continuista con la línea de Francisco, mientras otros impulsan una renovación más conservadora.
El cónclave puede durar desde un día hasta varios, dependiendo del nivel de acuerdo entre los votantes. Para ser elegido, un cardenal necesita alcanzar una mayoría de dos tercios (al menos 89 votos). Las votaciones se realizan en secreto, y tras cada ronda, las papeletas son quemadas en una estufa especial que emite humo: negro si no hay decisión, blanco cuando hay papa.
Todos los ojos puestos en Roma
La atención mediática es enorme. Más de 700 periodistas de todo el mundo están acreditados para cubrir el evento desde el Vaticano. Plataformas informativas, canales de televisión, radios y medios digitales mantienen transmisiones permanentes, a la espera del icónico humo blanco.
Desde fieles hasta analistas políticos, todos coinciden en que se trata de una elección crucial no solo para los creyentes, sino para el equilibrio moral y diplomático en el escenario global. El papa es también un jefe de Estado y una figura influyente en temas de derechos humanos, migración, medio ambiente y paz.
Por ahora, la Capilla Sixtina permanece cerrada al mundo exterior. Solo 133 hombres, en profundo silencio, meditan, rezan y votan. El objetivo para todos ellos es claro: encontrar al hombre indicado para guiar a la Iglesia católica en una nueva etapa de su historia.
Cónclave en el Vaticano, más información
Camino al encuentro del sucesor del papa Francisco: ya están en Roma los 133 cadenales que votarán
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