Vecinos de Cuadro Nacional denuncian que, a pesar de más de dos décadas de anuncios, la Comisaría de Cuadro Nacional sigue funcionando en condiciones indignas. El gobernador Alfredo Cornejo vuelve a ser señalado por incumplir lo prometido y dejar a la comunidad sin seguridad real.
El reclamo vecinal que no se escucha
“Promesas, promesas, cada cuatro años promesas y hasta acá no hay nada”, afirma Vito, vecina del distrito. Su testimonio refleja la frustración de toda una comunidad que desde 2003 espera por un edificio digno para la Comisaría de Cuadro Nacional.
La situación roza lo insólito: los vecinos deben trasladarse hasta un kilómetro y medio para radicar una denuncia en instalaciones improvisadas, mientras la seguridad del distrito depende de un puesto móvil que apenas alcanza para cubrir la mínima atención.
Una comisaría en un tráiler
Hoy, la Comisaría 62 funciona en un tráiler metálico, sin baño propio, a la intemperie y con personal insuficiente. Dos agentes por guardia que a veces se reducen a uno, sin móviles adecuados y sin espacio para alojar detenidos.
En invierno, los efectivos sufren el frío; en verano, el calor sofocante. Para algo tan básico como ir al baño, deben recurrir a una oficina vecina. Una postal que habla por sí sola del abandono estatal.

Promesas desde 2003, obras que nunca llegan
El derrotero de incumplimientos comenzó hace más de veinte años, con un acto donde se colocó la “piedra fundamental” del nuevo edificio. Desde entonces, cada gestión provincial, incluida la actual de Alfredo Cornejo, ha repetido anuncios sin resultados.
En 2018 se desalojó el viejo edificio de calle Sarmiento por su deterioro. Luego se licitó una obra que jamás avanzó porque la empresa adjudicataria se retiró. Los materiales fueron retirados, la promesa se esfumó y los vecinos quedaron, otra vez, sin respuestas.
Cornejo y la deuda con Cuadro Nacional
El gobernador Alfredo Cornejo carga con la responsabilidad de dar soluciones concretas a un reclamo que no admite más espera. El distrito ha crecido, la inseguridad preocupa y los vecinos se sienten abandonados.
Mientras en los discursos se habla de inversión en seguridad, en Cuadro Nacional la realidad es un tráiler oxidado y una guardia mínima. La distancia entre lo que se promete y lo que se cumple es el verdadero retrato de una gestión que mira hacia otro lado.

Alfredo Cornejo vuelve a quedar en el centro de las críticas por incumplir lo prometido.





