Tras cuatro meses de parálisis, la comisión especial encargada de investigar el resonante caso $LIBRA finalmente podrá comenzar a funcionar. El diputado Maximiliano Ferraro (Coalición Cívica) fue designado como presidente, poniendo fin a un estancamiento que había paralizado su conformación.
La comisión, creada en abril para investigar las presuntas irregularidades del caso $LIBRA, había quedado bloqueada debido a un empate en su composición: 14 miembros del oficialismo y sus aliados contra 14 de la oposición. Esta paridad, producto de maniobras en el armado, impedía cualquier avance, desde la elección de autoridades hasta la toma de decisiones.
La jugada política que destrabó la paridad
El desbloqueo llegó de la mano de un proyecto del propio Ferraro, aprobado en la última sesión, que modificó la resolución original de la comisión. La nueva normativa establece que, en caso de empate, la presidencia recaerá en el candidato propuesto por los bloques que, en conjunto, sumen la mayor cantidad de diputados. Además, se le otorga al presidente un voto decisivo para la aprobación del informe final.
Con este nuevo marco, Ferraro fue votado por los 13 diputados opositores y su propio voto, sellando así su designación. La comisión ahora tiene un plazo claro: hasta el 30 de octubre de 2025 para emitir sus informes. Un informe final deberá ser presentado 10 días después de cumplido ese plazo.
El oficialismo se retira en señal de rechazo
Durante la reunión en la que se formalizó la designación, los 14 miembros del oficialismo y sus aliados (PRO, UCR y Ligar del Interior) se presentaron brevemente para dejar sentada su postura. Consideraron que la comisión “ha fenecido” y no tenía vigencia, por lo que se retiraron en bloque.
“Vinimos solo a plantear nuestra posición. No avalamos lo que está sucediendo acá”, expresó el diputado Gabriel Bornoroni, postura a la que se sumó Silvana Giudici.
Un delicado equilibrio político
La designación de Ferraro, una figura considerada «centrista», fue resultado de un acuerdo político en la oposición. Su perfil, sumado a la ausencia de compromisos electorales cercanos, lo convirtió en una opción de consenso frente a otros nombres que se barajaban.
La conformación de la comisión no solo representa un avance, sino también un test de lealtad para los bloques opositores. Según una fuente parlamentaria, “si uno de los 14 se baja, la comisión se cae”, lo que exige un trabajo conjunto y cohesionado para sostener la investigación hasta el final.
Los próximos pasos: reglamento y posibles citaciones
Las reuniones de la comisión se realizarán todos los martes a las 16 horas. La próxima semana se aprobará su reglamento interno, que se basará en el de la comisión de Juicio Político. Este podría incluir medidas como el uso de la fuerza pública para testigos reticentes.
Uno de los puntos clave a resolver es el manejo de las citaciones. Mientras algunos sectores proponen convocar a figuras de alto perfil, como Karina Milei, otros advierten sobre el riesgo de convertir la investigación en un espectáculo en pleno proceso electoral. El desafío será encontrar un equilibrio y mantener la seriedad de la investigación.
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