La Cámara de Industriales Panaderos (Cipan) informó que 1.800 panaderías de todo el país bajaron la persiana desde diciembre de 2023. El dato refleja la pérdida de entre 11.000 y 15.000 puestos de trabajo en un sector que hace dos años enfrenta una caída del consumo y costos que no paran de subir.
Su presidente, Martín Pinto, explicó que las panaderías trabajan a pérdida y que la situación supera incluso momentos críticos como la crisis de 2001 o la pandemia. Aseguró que hoy la actividad apenas logra subsistir.
Facturas de luz con aumentos fuertes y ventas en picada
Pinto advirtió que los comercios reciben facturas de luz con subas que van del 45 al 50 por ciento respecto del mes anterior. En paralelo, el consumo se desplomó. Las ventas de pan cayeron 55 por ciento y la pastelería se derrumbó 85 por ciento.
El dirigente explicó que el impacto es directo. Lo que no se vende en el mostrador afecta de inmediato la sustentabilidad del negocio y obliga a recortar personal. Las suspensiones y bajas de empleados crecieron en todo el país.
Más pymes afectadas por la misma situación
Cipan remarcó que el escenario no se limita a las panaderías. En los últimos dos años cerraron 17.000 pymes en distintos rubros, con casi 300.000 puestos de trabajo perdidos. Para Pinto, la estructura de costos es imposible de sostener sin aumentar precios, pero cada aumento empuja aún más la caída de la demanda.
Un consumo que se ajusta al bolsillo
El sector coincide en que la gente compra solo lo que puede. Mientras los costos siguen subiendo, la demanda continúa en baja. Según Pinto, la ecuación es inviable para miles de panaderías que no logran sobrevivir al ajuste del consumo y a los aumentos permanentes.
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