El Jurado de Enjuiciamiento de la provincia de Buenos Aires anunció este martes una decisión unánime y contundente: la destitución de la jueza Julieta Makintach. La resolución se tomó luego de seis audiencias de debate en el Anexo de la Cámara de Senadores bonaerense, ubicado en La Plata.
La magistrada, quien integraba el Tribunal en lo Criminal N.º 2 del departamento judicial de San Isidro y subrogaba el N.º 3, fue hallada culpable de cometer irregularidades y, específicamente, de haber participado en la filmación de un documental que seguía las instancias del juicio por la muerte de Diego Armando Maradona. Este juicio, que finalmente tuvo que ser anulado, fue la causa principal de su enjuiciamiento.
El veredicto, leído por el Dr. Ulises Giménez, estableció de manera unánime (11 votos) la destitución, fundamentada en las causales previstas en el artículo 21 de la ley 13.661. Además de la cesantía, se decretó la inhabilitación de la ahora exmagistrada para ocupar cualquier otro cargo judicial en el futuro. También se le impuso el pago de las costas del proceso. Con esta decisión, Makintach tampoco podrá percibir la jubilación como magistrada.

La audiencia y la presencia de la querella
La lectura de la sentencia se realizó a las 10:40, aunque la jueza Makintach no estuvo presente para escuchar el fallo.
Sí participaron, por primera vez, integrantes de la querella del caso Maradona, quienes escucharon la resolución en primera fila: Verónica Ojeda, su hijo Diego Fernando, y su pareja y abogado en la causa, Mario Baudry.
Tanto la Fiscalía como el Colegio de Abogados de San Isidro habían solicitado la destitución de la jueza. Por su parte, la defensa de Makintach había solicitado la absolución de la magistrada y que se aceptara la renuncia que ella misma había presentado.
La defensa de la jueza Makintach
Tras su declaración del pasado martes, la jueza Julieta Makintach había hablado con la prensa en La Plata, defendiendo su accionar. «No hay nada oculto, prohibido ni clandestino», sostuvo, refiriéndose a las imágenes del documental.
La exmagistrada argumentó que las imágenes tomadas eran «planos cortos» y no contaban con audio del debate. Insistió en que la filmación no era para un documental y que las cámaras, que eran grandes, no estaban ocultas, por lo que su presencia no estaba prohibida. «Si está permitido no está prohibido», enfatizó.
«Yo ya puse mi renuncia a disposición del Poder Judicial. Habría evitado estar acá», comentó, aludiendo a un deseo de que se valoraran los hechos sin «distorsiones» ni «inflados mediáticos». La jueza Makintach cerró su declaración señalando la existencia de «tres juicios: uno mediático, uno verdadero y uno oculto».

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