Cada 22 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Música en homenaje a todos los músicos y amantes de este arte. En esta fecha se conmemora la muerte de Santa Cecilia, patrona de los músicos y mártir cristiana. En sus retratos ─que datan del siglo XV─, se la ve tocando el arpa u otros instrumentos.
La efeméride se celebró por primera vez en Edimburgo en 1695 y luego se fue extendiendo a otros países europeos como Alemania, España y Francia. Llegó a América Latina entre 1919 y 1920, cuando Brasil adoptó el festejo.
En otros países, sin embargo, se festeja el Día Internacional de la Música el 1 de octubre. Tal fecha fue instaurada por el Consejo Internacional de la Música y su presidente Yehudi Menuhin (1916-1999), violinista de origen ruso y director de orquesta estadounidense.
La historia de Santa Cecilia, patrona de la música
A fines del siglo II después de Cristo, el Imperio Romano no aceptaba la religión católica. En ese marco, sin embargo, Cecilia la practicaba. Sus padres la obligaron a casarse con Valeriano, otro hombre de la misma sociedad patricia, que al poco tiempo fue bautizado y adoptó la fe de su esposa. Una vez convertido, comenzó con su hermano Tiburcio a sepultar cadáveres cristianos, una tarea prohibida por entonces.
Por este motivo, Valeriano y Tiburcio resultaron arrestados y luego, ante la negativa a renunciar a su fe, torturados y condenados a muerte. Cecilia sufrió un destino similar: cuando rechazó la orden de renunciar a su fe, la joven fue trasladada a un “horno caliente” para que cediera en su postura religiosa. Este martirio no fue suficiente para doblegar a la muchacha que se dedicó a cantar alabanzas a Dios durante todo el proceso.
Ante su negativa a adorar a Júpiter en lugar de Cristo, el alcalde romano Almaquio la condenó a muerte. Cecilia entonces fue decapitada.
Progresivamente la religión católica comenzó a ser aceptada. Gracias a ese avance, en 1594, el Papa Gregorio XIII nombró a Cecilia patrona de todos los músicos.
