A 30 años del brutal femicidio de María Soledad Morales, el documental “María Soledad: El fin del silencio”, dirigido por Lorena Muñoz, llega a Netflix para contar la historia que conmocionó a Argentina y destapó los abusos de poder en Catamarca. Con testimonios exclusivos y una mirada profunda sobre el impacto social y político del caso, la producción promete un recorrido emotivo por una de las luchas más emblemáticas contra la impunidad en el país.
El crimen de María Soledad Morales en 1990 no solo devastó a la provincia de Catamarca, sino que se convirtió en un punto de inflexión en la lucha contra la violencia de género y los abusos de los “hijos del poder”. Ahora, tres décadas después, este caso vuelve a cobrar fuerza con el estreno del documental dirigido por Lorena Muñoz, quien ya ha ganado reconocimiento por sus trabajos en biopics como “Gilda, no me arrepiento de este amor” y “El Potro, fue lo mejor del amor”.
El film estará disponible en Netflix a partir del 10 de octubre y promete ofrecer una nueva perspectiva, centrada en las voces de las compañeras de escuela de María Soledad y su rol fundamental en las Marchas del Silencio, lideradas por la monja Martha Pelloni, que sacudieron a toda una sociedad.
Lorena Muñoz subraya que este documental aborda el crimen de María Soledad desde una perspectiva diferente: la de la amistad y la solidaridad entre las jóvenes de su generación, que pasaron de ser estudiantes comunes a líderes inesperadas en la búsqueda de justicia. “Esta película habla de la amistad”, comentó la directora, al referirse al papel crucial que jugaron las compañeras de la joven asesinada. Estas adolescentes, que en su momento apenas estaban comenzando a entender el mundo, se vieron inmersas en un contexto de violencia y encubrimiento político que las marcó de por vida.
El documental presenta testimonios exclusivos de figuras clave como la hermana Martha Pelloni, quien fue la cara visible de las Marchas del Silencio, además de la periodista Fanny Mandelbaum, el fiscal Gustavo Taranto, y las compañeras de escuela de María Soledad, entre ellas María Elena Varela, Mónica Alejandra Barrios, Rosana Alejandra Medina, y muchas otras. Ellas comparten sus recuerdos de esos días oscuros, la indignación que las movilizó y cómo, a través del silencio, lograron visibilizar una lucha que parecía perdida ante el poder político local.
El crimen que sacudió a Catamarca y al país
María Soledad Morales tenía 17 años cuando fue asesinada en septiembre de 1990. Su cuerpo fue encontrado golpeado y con signos de abuso sexual al costado de una ruta en Catamarca, y desde el primer momento surgieron sospechas de que los responsables eran “hijos del poder”, vinculados a familias de alto perfil político. Entre los principales sospechosos se encontraban Guillermo Luque, hijo de un diputado nacional, y Luis Tula, novio de una amiga de María Soledad.
El encubrimiento político fue evidente desde el inicio. A pesar de las evidencias y las fuertes sospechas que apuntaban a los jóvenes de la élite catamarqueña, el caso se estancó en los tribunales. Las autoridades locales, en complicidad con el poder político, intentaron silenciar a la familia de María Soledad y a quienes reclamaban justicia. Fue en este contexto que las Marchas del Silencio cobraron relevancia, empujando a la sociedad a exigir que el crimen no quedara impune.
No fue hasta 1997, siete años después del crimen, que finalmente se llevó a cabo el juicio. Guillermo Luque fue condenado a 21 años de prisión por homicidio y violación, mientras que Luis Tula recibió una pena de 9 años por su participación. Aunque las condenas llegaron, la sensación de que la justicia fue tardía y obstaculizada por el poder político dejó una marca.
El estreno de “María Soledad: El fin del silencio” en Netflix no solo conmemora el 30º aniversario del crimen, sino que también llega en un momento clave para reflexionar sobre los avances y desafíos en la lucha contra la violencia de género. La historia de María Soledad, su familia y las compañeras que alzaron la voz en su nombre, sigue resonando con fuerza en una Argentina que aún enfrenta inequidades y abusos de poder.
Este documental es una oportunidad para que nuevas generaciones conozcan el impacto que tuvo este caso en todo el país y cómo el silencio de miles de personas pudo derrumbar el muro de impunidad que intentó proteger a los culpables.