El Banco Central de la República Argentina (BCRA) ha confirmado que el nuevo billete de $20.000 comenzará a circular a finales de octubre, marcando un hito en la historia monetaria del país. Este billete, que se convertirá en el de mayor denominación, tiene a Juan Bautista Alberdi, el ideólogo de la Constitución Nacional de 1853, como protagonista. Sin embargo, su lanzamiento no está exento de desafíos y complicaciones tanto para las instituciones bancarias como para sus usuarios.
El billete de $20.000 rinde homenaje a Juan Bautista Alberdi, cuyo retrato adorna el anverso. En el reverso, se encuentra una recreación de la casa natal de este destacado abogado, diplomático, economista, escritor, filósofo, periodista y político. El diseño busca no solo celebrar la figura de Alberdi, sino también fortalecer la identidad nacional a través de la iconografía patriótica.
El lanzamiento del nuevo billete traerá consigo un reto considerable: la adaptación de los cajeros automáticos. Cada vez que el BCRA introduce un nuevo billete, los cajeros deben ser recalibrados para aceptar depósitos de la nueva denominación. Este proceso de adaptación puede tardar hasta tres meses, un retraso que ya se ha observado en ocasiones anteriores con los billetes de $1.000, $2.000 y $10.000.
A pesar de que los cajeros automáticos podrán dispensar los nuevos billetes, el problema surge al momento de realizar depósitos. Hasta que las caseteras de los cajeros no sean adaptadas completamente, el BCRA recomienda a los usuarios que depositen los billetes de $20.000 en las ventanillas de las entidades bancarias.
La respuesta de los bancos y de los clientes habituales no se ha hecho esperar. Las instituciones financieras ya están trabajando para minimizar las molestias que este cambio pueda causar. Sin embargo, muchos clientes expresan preocupación por la posible congestión en las sucursales bancarias durante los próximos meses.
El BCRA, por su parte, se muestra optimista y espera que todos los bancos hayan adaptado sus cajeros automáticos para enero. Esta actualización es crucial para garantizar que el sistema financiero opere con fluidez y que los usuarios puedan realizar sus transacciones sin inconvenientes.
