Luego de una larga búsqueda, este lunes, personal del Grupo de Operaciones Policiales de Carabineros (GOPE) encontró muertos a los tres andinistas perdidos en el Cerro el Marmolejo, entre ellos se encontraba el mendocino Ignacio Lucero.
De la expedición también formaban parte el intendente pampeano Raúl Espir y el escribano Sergio Berardo.
La expedición, para hacer cumbre en el Marmolejo, la habían iniciado el 22 de noviembre.
Los tres andinistas contaban con experiencia necesaria para la complejidad que planteaba ese desafío.
Este lunes por la mañana, los efectivos de GOPE habían podido llegar en helicóptero hasta el último campamento de los andinistas. Confirmaron que las carpas estaban vacías y comenzaron la travesía hacia la cumbre para ver si podían dar con las tres personas extraviadas.
Si bien quedaba un rapto de esperanza por la experiencia de los tres, en el ambiente sabían que la probabilidad de hallarlos con vida era escasa.
Cerca del mediodía, se confirmó que la patrulla de búsqueda había dado con tres cuerpos. Y más allá de las confirmaciones de rigor sobre la identidad de los cuerpos, no quedaba duda de que se trataba de los andinistas buscados.
¿Quién era Ignacio Lucero?
Nacho Lucero tenía 49 años y era un guía con vasta experiencia y decenas de cumbres en el Aconcagua.
Su historia se hizo conocida después de que en octubre de 2011 sufrió un infarto y un ACV a los 7.300 metros de altura mientras escalaba en el Himalaya.
Su recuperación y su empeño para volver a la montaña lo convirtió en un referente.
Antes de que se conociera el desenlace de la expedición al Marmolejo, sus amigos estaban planificando un viaje a Chile para colaborar con las tareas de búsqueda y rescate.
La noticia de su muerte caló profundo en el ambiente de los montañistas mendocinos. Más allá de que se preveía un final así porque nada justificaba el paso de las horas sin noticias, hasta último momento se mantuvo la esperanza. Suponen que sufrieron un accidente, aunque todavía no están claros los motivos. Y entienden que, más allá de todo, Nacho murió en el lugar que más amaba.
Fuente: Diario El Sol