En el auditorio Alfredo Bufano comenzó uno de los procesos judiciales más esperados de los últimos años en el sur mendocino: el juicio por jurado del caso Luciano Gómez. El joven fue asesinado el 19 de agosto de 2023 durante una fiesta de 15 en Pueblo Soto, en San Rafael, y el hecho conmocionó a toda la comunidad.
El proceso tiene características poco comunes: son tres los imputados, y no uno, como suele ocurrir en este tipo de juicios. Se trata de Yair Orellana, Alexis Antúnez y Facundo Cervera, quienes llegan acusados de homicidio agravado por el concurso premeditado de dos o más personas y por la participación de un menor de edad. Los tres enfrentan la posibilidad de una condena a prisión perpetua si el jurado popular los declara culpables.
El juicio es presidido por el juez técnico Ariel Hernández, mientras que la acusación está encabezada por los fiscales Javier Giaroli y Pablo Peñasco. En tanto, la familia de la víctima está representada por los querellantes Samuel Bernués y Sol Herrero. La defensa, a su vez, planteó desde el inicio una estrategia centrada en la falta de reconocimiento visual y en las supuestas contradicciones entre los testigos.
El dolor de una madre en la apertura de las audiencias
El primer testimonio de la jornada fue el de la madre de Luciano Gómez, quien brindó un relato conmovedor sobre el calvario que vive desde la muerte de su hijo. La mujer contó que estaba trabajando en Las Leñas cuando recibió la noticia y que su vida cambió por completo desde entonces.
Durante su declaración, reveló que Luciano recibió 17 puñaladas, la mayoría por la espalda, lo que demuestra —según la acusación— la brutalidad del ataque. También denunció que algunos testigos del caso fueron amenazados y chantajeados, e incluso se les habrían ofrecido dinero y una camioneta para modificar su testimonio y favorecer a uno de los acusados.
Su testimonio, cargado de emoción, marcó el inicio de una serie de relatos que dejaron al auditorio en silencio. “No quiero venganza, solo justicia”, dijo entre lágrimas ante el jurado.

Testigos que también son víctimas
El segundo momento fuerte de la jornada lo protagonizaron Benjamín Vila y Jesús Álvarez, dos amigos de Luciano que también fueron atacados esa noche. Ambos sobrevivieron, pero sus relatos fueron impactantes.
Vila, quien aún es menor de edad, describió cómo se desarrolló la pelea. Explicó que el conflicto comenzó con una discusión entre grupos por una canción de cancha, ya que las víctimas eran hinchas del Club San Luis, mientras que los acusados simpatizaban con Valle Ofir. Lo que empezó como una provocación verbal terminó en una batalla violenta.
Según su testimonio, los agresores actuaron con premeditación y alevosía. “Cuando quise ayudar a Jesús, Antúnez me tiró dos puñaladas”, relató. Vila aseguró que Orellana, Antúnez y Cervera fueron quienes iniciaron y sostuvieron el ataque, y los identificó por la ropa que llevaban esa noche. Dijo que Orellana vestía un camperón de River, y detalló cómo estaban vestidos los otros dos imputados.
Por su parte, Jesús Álvarez reconstruyó el momento en que fue acuchillado. Dijo que tras ser atacado por Orellana, Cervera lo hirió con un cuchillo tipo carnicero. Su descripción fue tan cruda como precisa: “Me abrió de lado a lado. Me quedaron las tripas afuera”, aseguró ante el jurado.
Ambos testigos coincidieron en que los tres acusados portaban cuchillos y que participaron activamente en la agresión que terminó con la vida de Luciano.
El detalle que podría ser clave
Uno de los pasajes más reveladores del testimonio de Benjamín Vila fue cuando contó que, antes de la pelea, fue a buscar hielo a la cocina de la casa donde se realizaba la fiesta y allí se cruzó con uno de los acusados, que estaba usando un cuchillo para cortar el hielo. Vila le pidió el cuchillo, cortó un pedazo y luego se lo devolvió.
Horas después, reconoció que ese mismo cuchillo fue el que se usó para atacarlos. “Era el mismo. Lo vi bien, no tengo dudas”, aseguró. Ese dato podría convertirse en una pieza clave para la fiscalía, ya que demostraría que los acusados llevaban armas blancas desde antes de la pelea, lo que refuerza la hipótesis de la premeditación.
El testimonio de la dueña de la casa
También declaró la dueña de la vivienda donde se realizó la fiesta de 15. Dijo que el conflicto se desató entre las 3 y 4 de la madrugada, y que le resultó difícil reconocer a los agresores porque muchos estaban abrigados o encapuchados. “Era un caos. Nadie entendía qué estaba pasando”, relató.
La mujer confirmó además que los heridos tuvieron que ser trasladados en autos particulares porque la ambulancia nunca llegó al lugar. Este punto generó malestar entre los familiares, que insistieron en que una respuesta más rápida podría haber salvado la vida del joven.

Amenazas, silencios y una investigación sensible
El caso Luciano Gómez también se ve rodeado de versiones sobre amenazas y presiones hacia testigos. Según los propios testimonios, algunos jóvenes habrían recibido mensajes intimidatorios para no declarar o para cambiar su versión de los hechos.
El periodista Alejandro Sosa de LV18, quien sigue de cerca el juicio, confirmó que varios testigos denunciaron ofrecimientos de dinero y vehículos para alterar su testimonio. “Este juicio es muy particular porque no solo se trata del homicidio de Luciano Gómez, sino también de la tentativa de homicidio contra sus amigos. Los testimonios fueron muy duros, y los jurados tienen una gran responsabilidad”, señaló.
Sosa destacó además que el clima en la sala fue de tensión, pero sin incidentes. “Hasta ahora las audiencias se desarrollan con calma, aunque la carga emocional es enorme. Los relatos fueron tan crudos que en algunos momentos se podía escuchar el llanto del público”, describió.
Lo que viene: más de 30 testigos hasta el viernes
Según la planificación del tribunal, 32 testigos pasarán por el estrado entre lunes y viernes. Las audiencias se realizan en doble jornada, por la mañana y por la tarde, para cumplir con los plazos. Se espera que hacia el cierre de la semana se realicen los alegatos de clausura y que el jurado popular comience a deliberar para determinar la culpabilidad o inocencia de los acusados.
El caso Luciano Gómez mantiene en vilo a San Rafael. La familia de la víctima confía en que el jurado dicte una sentencia justa, mientras la comunidad sigue de cerca cada detalle de un proceso que podría sentar un precedente en la justicia mendocina.
Más sobre el «caso Luciano Gómez»
https://www.youtube.com/live/GjFvSe33mtY?si=4Xd3l2gmmEp6N3B1
https://lv18.com.ar/caso-luciano-gomez-volvieron-a-marchar-pidiendo-justicia/





