En Semana Santa no pasó desapercibido el mensaje de la Iglesia Católica al Gobierno nacional.
Con compromiso absoluto, le enviaron una señal a Javier Milei con un acto conmovedor: en Jueves Santo, el arzobispo de Buenos Aires, Jorge García Cuerva, le lavó los pies a un grupo de jubilados y jubiladas.
Dicha acción es un claro mensaje a la gestión libertaria por la situación que hoy están viviendo los adultos mayores.
“Queremos reconocer su dignidad, que tengan medicamentos y todo lo que necesitan”, expresaron los organizadores bajo el lema “A los pies de nuestros abuelos”.
Esto se da en el marco del fuerte reclamo de los jubilados que todos los miércoles marchan en las principales ciudades del país, pidiendo por mejoras salariales, por la falta de coberturas de prestaciones del PAMI y por la devolución de los medicamentos que les quitaron.
En abril, los aumentos autorizados por el Ejecutivo fueron de apenas un 2,4 por ciento, además del bono de 70 mil pesos que está congelado desde hace un año.
En ese marco, la Iglesia reclamó una jubilación que permita “descansar con dignidad tras una vida de trabajo”.