El gobierno de Australia anunció que avanzará en un endurecimiento de las leyes sobre la portación y el acceso a armas de fuego, luego del atentado ocurrido en Bondi Beach, en Sídney, donde al menos 16 personas fueron asesinadas durante una celebración judía de Janucá.
El primer ministro Anthony Albanese confirmó que alcanzó un acuerdo con los gobernadores estatales para revisar el marco legal vigente, tras calificar el ataque como un acto de terrorismo y antisemitismo que golpeó “el corazón de la nación”.
El atentado se produjo el domingo durante el evento “Chanukah by the Sea”, organizado por la comunidad ortodoxa Jabad en una de las playas más emblemáticas y concurridas del país. Dos hombres armados abrieron fuego contra una multitud de unas 2.000 personas, en lo que se convirtió en el segundo tiroteo masivo más letal en la historia australiana, solo superado por la masacre de Port Arthur en 1996.
El anuncio del gobierno australiano
Desde la oficina del primer ministro informaron que las autoridades acordaron analizar cambios clave en la legislación vigente. Entre las medidas en estudio figuran el refuerzo de las verificaciones de antecedentes de los propietarios de armas, la restricción de las categorías permitidas y la prohibición de otorgar licencias a personas que no sean ciudadanos australianos.
Albanese sostuvo que el ataque no fue un hecho aislado, sino una agresión directa contra la comunidad judía. “Un ataque contra judíos australianos es un ataque contra todos los australianos”, afirmó.
Un ataque planificado en un evento comunitario
El tiroteo ocurrió en pleno desarrollo de la primera noche de Janucá, una festividad que simboliza la fe y la celebración. Testigos relataron escenas de pánico, con familias y niños huyendo mientras los disparos resonaban en la playa.
Videos difundidos en redes sociales mostraron al menos a dos atacantes vestidos de negro, así como a varias personas heridas tendidas en el suelo, asistidas por paramédicos en medio del caos.
Los autores del atentado
La Policía de Nueva Gales del Sur confirmó que los atacantes eran padre e hijo. Sajid Akram, de 50 años, fue abatido por las fuerzas de seguridad en el lugar, mientras que su hijo, Naveed Akram, de 24 años, resultó gravemente herido y permanece internado bajo custodia policial.
Naveed Akram, de origen pakistaní, residía en el suburbio de Bonnyrigg y trabajaba como albañil, aunque había perdido su empleo recientemente. Había cursado estudios universitarios tanto en Australia como en Pakistán.
Investigaciones previas y vínculos extremistas
La Organización de Seguridad e Inteligencia Australiana (ASIO) había investigado a uno de los atacantes seis años atrás por presuntos vínculos con una célula del grupo yihadista Estado Islámico en Sídney. Sin embargo, las autoridades aclararon que no existía una amenaza concreta que permitiera anticipar el ataque.
Durante los allanamientos posteriores, la policía halló artefactos explosivos improvisados en un vehículo vinculado al atacante fallecido y una bandera del Estado Islámico. Según fuentes oficiales, tanto el padre como el hijo habrían jurado lealtad a esa organización.
El testimonio del imán que conoció al atacante
El sheikh Adam Ismail, imán del Instituto Al Murad de Sídney, aseguró haber reconocido a Naveed Akram en uno de los videos del atentado. Contó que el joven asistió a clases de recitación del Corán y lengua árabe durante un año, a partir de 2019.
Ismail condenó públicamente el ataque y remarcó que el islam prohíbe de manera explícita el asesinato de inocentes. “Esto está completamente prohibido en el islam”, sostuvo, al tiempo que subrayó que no todos los que estudian el Corán comprenden o viven según sus enseñanzas.
El rabino asesinado en la celebración
Entre las víctimas fatales se encuentra el rabino Eli Schlanger, de 41 años, rabino asistente de Jabad Lubavitch de Bondi y uno de los organizadores del evento. Padre de cinco hijos, Schlanger se encontraba recorriendo el predio y dialogando con los asistentes cuando comenzó el tiroteo.
Su muerte generó una profunda conmoción en la comunidad judía australiana y una ola de mensajes de condolencias a nivel internacional.
El gesto heroico que evitó más víctimas en Bondi Beach
En medio del ataque, un transeúnte logró reducir a uno de los agresores. Se trata de Ahmed al Ahmed, ciudadano australiano de origen sirio, quien se abalanzó sobre el atacante cuando este se quedó sin municiones y logró quitarle el arma, a pesar de resultar gravemente herido.
Al Ahmed, de 43 años, permanece hospitalizado tras recibir varios disparos en el brazo y el hombro. El primer ministro Albanese, autoridades estatales y líderes internacionales destacaron su valentía y lo calificaron como un héroe.
Según su familia, actuó de manera instintiva por razones humanitarias. “No pensó en el origen ni en la fe de las personas que estaba ayudando”, aseguraron.
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