La crisis económica golpea con fuerza a Mendoza y deja un escenario cada vez más frágil para el comercio, la industria y los pequeños productores. Así lo expresó Rubén Palau, presidente de la Asamblea de Pequeños y Medianos Empresarios de Mendoza, en una entrevista con LV18. Según señaló, el consumo sigue en caída y el mercado interno está deteriorado por el atraso salarial que ya supera el 30 por ciento.
Consumo en baja y sueldos rezagados
Palau explicó que Mendoza es una de las provincias más caras del país y que los ingresos no acompañan el ritmo de los aumentos. Esta combinación reduce la capacidad de compra de las familias y frena la actividad de todos los sectores. El dirigente destacó que la provincia no sufre el impacto industrial de otras regiones porque la desindustrialización lleva años instalada. Sin embargo, esa ventaja relativa no alcanza para sostener el nivel de actividad
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El impacto en las bodegas y el productor local
Las bodegas arrastran excedentes de vino y no logran colocar su producción porque el consumo interno se achicó. Frente a esto trasladan el costo al productor, con pagos hasta 30 por ciento menores que el año pasado. Palau advierte que esta situación refleja el deterioro de la industria madre de Mendoza y deja a miles de pequeños productores en estado crítico.
Turismo en retroceso y ventas desplomadas
El turismo boutique orientado al visitante extranjero, que durante años fue un motor clave, está casi paralizado. Los mendocinos no pueden acceder por sus altos precios y la llegada de turistas internacionales cayó de forma sostenida. Sin ese flujo, las ventas del comercio no repuntan ni siquiera en fechas especiales como el Día del Padre o el Día de la Madre. La construcción, los servicios y la industria también muestran un retroceso marcado.
La Ley de Emergencia PYME como último recurso
Frente al panorama, APYME impulsa la Ley de Emergencia PYME, que ya cuenta con dictámenes en el Congreso pero cuya aprobación depende del próximo período legislativo. Palau aclara que no se trata de una solución total sino de un freno para evitar más cierres. Sostiene que la caída de empresas se multiplica en todo el país y que muchos sectores no pueden reconvertirse como propone el gobierno. A esto se suma que las pymes proveedoras de medianas y grandes empresas también quedan expuestas cuando esas compañías reducen o cierran sus operaciones.
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