El mundo de la música se encuentra de luto por la muerte de Brian Wilson, el icónico cofundador de The Beach Boys, quien falleció a los 82 años luego de una prolongada batalla contra la demencia senil, según informó su familia en redes sociales.
“Es con el corazón roto que anunciamos la partida de nuestro querido padre, Brian Wilson. Nos faltan las palabras. Pedimos respeto y privacidad en este doloroso momento familiar. Compartimos nuestro duelo con el mundo”, indicaron sus hijos en un comunicado oficial.
Considerado uno de los compositores más influyentes de la música del siglo XX, Brian Wilson fundó The Beach Boys en la década de 1960 junto a sus hermanos Carl y Dennis Wilson, su primo Mike Love y su amigo Al Jardine. Con su estilo característico, la banda se convirtió rápidamente en un emblema del rock californiano, logrando éxitos inolvidables como Surfin’ USA, I Get Around, Help Me, Rhonda y la célebre Good Vibrations.
Entre sus discos más destacados se encuentran Surfin’ Safari (1962), Little Deuce Coupe (1963), The Beach Boys Today! (1965) y Pet Sounds (1966), el cual es considerado uno de los álbumes más influyentes en la música contemporánea.
A lo largo de su vida, Wilson enfrentó severos problemas de salud mental, que incluyeron episodios de depresión y abuso de sustancias. Estos desafíos lo llevaron a retirarse temporalmente de los escenarios, pero nunca apagaron su espíritu creativo. En su carrera en solitario, lanzó álbumes como Smile, Love and Mercy, Imagination y The Lucky Old Sun, dejando una huella profunda en la historia del pop y el rock psicodélico.
En 1995, su vida fue narrada en el documental Brian Wilson: I Just Wasn’t Made for These Times, que fue nominado al Emmy y presentó a Wilson como un artista complejo y visionario.
En la década de 2000, Brian volvió a la música en vivo, acompañado de la banda The Wondermints. También formó parte de la gira de celebración del 50º aniversario de The Beach Boys en 2011, reuniéndose con los miembros originales de la banda. Uno de sus últimos proyectos fue Brian Wilson Reimagines Gershwin (2010), donde reinterpretó clásicos del compositor George Gershwin, mostrando una vez más su capacidad para transformar la música y su amor por nuevos desafíos creativos.