Ozzy Osbourne, emblemática figura del heavy metal y voz inconfundible de Black Sabbath, falleció a los 76 años tras una larga lucha con problemas de salud. La noticia fue confirmada por su familia al diario The Sun, asegurando que el músico partió «rodeado de amor».
«Con un dolor imposible de describir, compartimos el fallecimiento de nuestro querido Ozzy esta mañana. Estaba acompañado por su familia y rodeado de cariño. Agradecemos el respeto a nuestra privacidad en este momento», expresaron Sharon, Jack, Kelly, Aimee y Louis en un comunicado.
Reconocido mundialmente como el “Príncipe de las Tinieblas”, Osbourne había decidido retirarse definitivamente de los escenarios debido a su estado de salud, que venía deteriorándose en los últimos años. Su despedida tuvo lugar a principios de este mes en un emotivo concierto en Villa Park, hogar del club Aston Villa, donde Black Sabbath interpretó algunos de sus himnos más recordados, cerrando con la icónica «Paranoid». “Gracias por darnos esta vida. Esto es todo”, dijo Ozzy al público.
El músico había hecho pública su lucha contra el Parkinson en enero de 2020. Tres años después, en 2023, anunció su retiro de las giras, afectado por complicaciones derivadas de una cirugía de columna. Estas lesiones se remontaban a un accidente doméstico en 2019, que agravó secuelas de un grave incidente con un cuatrimoto ocurrido en 2003.
La leyenda del metal deja un legado imborrable y millones de seguidores que lo recordarán como una figura única e irrepetible del rock.
