Sucedió en Cañada Seca (Ruta 160 y Luis Rojo), cuando -al parecer- una distracción familiar derivó en la pérdida de un pequeño de un año. Luego se supo que había caído en un canal de riego.
Si bien la policía acudió al lugar luego de un llamado al 911 alertando sobre la desaparición del niño, al llegar y entrevistar a una mujer se supo que ante un descuido habría caído al canal, también que lo habían trasladado en un vehículo particular hasta el hospital Schestakow.
Luego de ser asistido por un médico de guardia, quedó internado en la Unidad de Terapia Infantil Pediátrica en “estado crítico”.
El Ayudante Fiscal de turno dispuso el examen toxicológico a los padres del menor, entre otras medidas.
