Tras una jornada cargada de tensión política y negociaciones intensas, el Senado convirtió en ley la emergencia pediátrica y aprobó la Ley de Financiamiento Universitario. La sesión, que se extendió hasta la madrugada, reflejó la fuerte confrontación entre el oficialismo y la oposición en medio de la estrategia del presidente Javier Milei de sostener el superávit fiscal a cualquier costo.
Emergencia pediátrica: una medida urgente para el sistema de salud
Con 62 votos a favor y 8 en contra, la Cámara alta sancionó la ley que declara la emergencia pediátrica por un año. La norma destina recursos inmediatos al Hospital Garrahan y a residencias nacionales en salud, que atraviesan una situación crítica.
El proyecto contempla financiamiento extraordinario para salarios, insumos y equipamiento, además de la derogación de la resolución 2109/25 del Ministerio de Salud, que había modificado el sistema de residencias médicas y generado un fuerte rechazo en el sector.
La aprobación fue celebrada por asociaciones médicas y gremios que venían advirtiendo sobre la falta de insumos y la precarización laboral en hospitales pediátricos. Con esta ley, se busca evitar la paralización de servicios esenciales y garantizar la atención a miles de niños y niñas en todo el país.
Financiamiento universitario: respuesta a la asfixia presupuestaria
Antes de tratar la emergencia sanitaria, el Senado dio luz verde a la Ley de Financiamiento Universitario, con 58 votos afirmativos, 10 en contra y 3 abstenciones.
La iniciativa, que ya contaba con media sanción de Diputados, garantiza fondos para gastos de funcionamiento, becas estudiantiles y desarrollo científico. Además, prevé la reapertura de paritarias docentes, congeladas desde octubre del año pasado, y la creación de un fondo de 10.000 millones de pesos, actualizable por inflación, para incentivar el ingreso a carreras consideradas estratégicas.
Los rectores universitarios venían denunciando desde comienzos de 2024 una asfixia presupuestaria que comprometía la continuidad académica. Con esta ley, se asegura la estabilidad mínima para las casas de estudio, aunque especialistas advierten que será necesario un monitoreo permanente ante la alta inflación.
Rechazo a los decretos de desregulación
La sesión también estuvo marcada por el rechazo masivo de la oposición a los decretos de necesidad y urgencia impulsados por el Gobierno para desregular organismos estatales.
Con 60 votos negativos, el Senado se opuso a la reorganización del INTI, el INTA y otros entes vinculados a la producción y la ciencia. También se rechazó, con 57 votos en contra, el decreto que afectaba organismos culturales como el Instituto Nacional del Teatro y la Comisión Nacional de Monumentos.
De igual modo, recibió un fuerte rechazo la iniciativa que modificaba el funcionamiento del Banco Nacional de Datos Genéticos, con 58 votos negativos, y el decreto que proponía la disolución de Vialidad Nacional y la Agencia Nacional de Seguridad Vial. Finalmente, fue rechazado el régimen de excepción para la Marina Mercante, con 55 votos en contra.
Una sesión que marca la agenda política
La maratónica jornada parlamentaria expuso la dificultad del oficialismo para sostener su agenda legislativa en un contexto de crisis social y económica. Mientras Milei insiste en mantener el ajuste fiscal, la oposición logró imponer dos proyectos clave con alto impacto social: el financiamiento universitario y la emergencia pediátrica.
Ambas leyes representan una victoria política para sectores sociales y gremiales que venían reclamando medidas urgentes. Sin embargo, el rechazo a los decretos muestra también la resistencia del Congreso frente al avance de las políticas de desregulación del Ejecutivo.
Lo que viene
Con estas definiciones, el Congreso dejó en claro que el equilibrio entre ajuste y contención social será el eje del debate político durante los próximos meses. La implementación de la emergencia pediátrica será clave para medir la capacidad del Gobierno de dar respuestas rápidas a un sistema sanitario en crisis.
Al mismo tiempo, la Ley de Financiamiento Universitario abre un respiro para el sector educativo, aunque plantea nuevos desafíos en materia de actualización presupuestaria y sostenibilidad.
Lo cierto es que la sesión del Senado no solo resolvió cuestiones urgentes, sino que también trazó un mapa de fuerzas donde la oposición mostró su capacidad de bloquear decretos y avanzar con proyectos de alto consenso social.
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