La Cámara de Diputados prepara una sesión clave para el próximo miércoles -con la posibilidad de extenderla al 8 de octubre- donde la oposición impulsará la reforma del régimen de ley de DNU, un tema que ya cuenta con media sanción en el Senado y que pone en jaque la estrategia de gobierno de Javier Milei.
El proyecto central limita la discrecionalidad presidencial: establece que con el rechazo de una sola Cámara bastará para anular un decreto de necesidad y urgencia. Además, fija un plazo máximo de 90 días para su tratamiento y prohíbe la emisión de decretos con materias múltiples, como ocurrió con el 70/23 de desburocratización del Estado.
Mayoría opositora acelera el trámite
Los bloques opositores -Unión por la Patria, Coalición Cívica, Encuentro Federal, la izquierda, un sector del PRO y fuerzas provinciales- buscan que la reforma quede aprobada antes del recambio legislativo del 10 de diciembre.
“Si el Congreso no limita al Ejecutivo, queda reducido a un rol testimonial”, advirtió un legislador que respalda la medida.
Reclamos de gobernadores en el temario
La sesión también abordará demandas de los mandatarios provinciales. Entre ellas, la modificación del reparto del impuesto a los combustibles líquidos y un cambio en la modalidad de pago de los Adelantos del Tesoro, que pasarían a acreditarse diariamente junto con la coparticipación.
Ambos puntos cuentan con media sanción del Senado y aumentan la tensión con la Casa Rosada, que busca recomponer el vínculo con las provincias en plena negociación con organismos internacionales.
Otros frentes en Diputados
La agenda incluye además la interpelación al jefe de Gabinete, Guillermo Francos, por la reglamentación de la Ley de Discapacidad, cuestionada por organizaciones sociales y legisladores.
En paralelo, los bloques opositores plantean emplazar a la Comisión de Presupuesto y Hacienda para definir un cronograma de debate del Presupuesto 2026, con el objetivo de evitar que, como en 2024, el proyecto quede sin dictamen.
