Argentina fuera de la OMS. La frase, pronunciada oficialmente por el Ministerio de Salud tras la visita del secretario estadounidense Robert F. Kennedy Jr., marca un antes y un después en la política sanitaria nacional. El gobierno de Javier Milei justifica la medida como parte de una “reforma estructural” para liberar al país del supuesto condicionamiento de organismos internacionales. Sin embargo, el retiro de la Organización Mundial de la Salud plantea interrogantes profundos sobre las consecuencias para la salud pública en Argentina.
El retiro de la OMS: ¿soberanía o aislamiento?
En su comunicado, el Gobierno acusa a la OMS de responder a “intereses políticos” y de condicionar la “soberanía sanitaria” de los países miembros. Pero los beneficios históricos de formar parte del organismo son innegables: cooperación internacional, acceso a vacunas, coordinación frente a pandemias, vigilancia epidemiológica y validación científica de tratamientos.
Argentina fuera de la OMS no significa solamente un gesto ideológico: es también una señal de ruptura con décadas de integración sanitaria global. En lugar de ganar independencia, el país podría quedar aislado en momentos críticos donde la cooperación científica y médica es vital.
“Basado en evidencia científica”, pero sin evidencia local
El nuevo paradigma sanitario presentado por el ministro Mario Lugones promete priorizar la prevención y la ciencia. Sin embargo, muchas de las nuevas medidas -como el cuestionamiento de vacunas, medicamentos de alto costo y aditivos alimentarios- no están respaldadas por estudios propios ni protocolos técnicos públicos.
Pedir “más evidencia” es razonable. Pero hacerlo al tiempo que se rompe con la principal fuente de esa evidencia -la OMS- sugiere una contradicción de base. Dejar a Argentina fuera de la OMS sin contar con estructuras alternativas fuertes podría debilitar aún más un sistema de salud ya sobrecargado y desigual.
Las consecuencias para los más vulnerables
La retórica de “recuperar la confianza pública” y “simplificar la burocracia” puede resultar seductora para ciertos sectores. Pero los efectos de estas decisiones impactan, en la práctica, sobre quienes dependen del sistema público de salud: los niños, los ancianos, las personas con enfermedades crónicas y las poblaciones rurales o empobrecidas.
Argentina fuera de la OMS implica también quedar afuera de campañas internacionales de vacunación, programas de control de enfermedades transmisibles y estrategias de salud infantil avaladas por décadas de experiencia internacional.
El costo de una ruptura innecesaria
El Gobierno presenta esta decisión como un acto de soberanía y valentía. Pero retirarse de la OMS sin contar con una infraestructura científica, técnica y logística equivalente es una apuesta peligrosa. No se construye un sistema de salud más libre debilitando los vínculos internacionales ni cuestionando sin base a quienes han sido aliados en la lucha contra enfermedades globales.
Más que soberanía, esto parece ser un gesto ideológico que puede costarle caro al país. Porque Argentina fuera de la OMS no es solo un titular llamativo: es una amenaza concreta al derecho a la salud de millones.
Así fue el proceso de la salida
Diciembre 2023 – Asunción de Javier Milei
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El nuevo presidente asume con una fuerte retórica contra el multilateralismo y los organismos internacionales.
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Comienza a hablar de “soberanía” en términos amplios, incluyendo salud, educación y comercio.
Claves críticas:
Se instala un discurso anti-globalista que más adelante será utilizado para justificar el retiro de la OMS.
Febrero 2024 – Reorganización del Ministerio de Salud
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Se reduce el presupuesto para salud pública en un 35%.
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Se fusionan programas clave de prevención y atención primaria.
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Se elimina el Consejo Nacional de Coordinación de Políticas Sociales.
Advertencia:
Las señales de desmantelamiento de la salud pública comienzan a consolidarse, pero el discurso oficial habla de “eficiencia”.
Abril 2024 – Primeras fricciones con la OMS
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Funcionarios argentinos critican públicamente a la OMS por “imponer criterios sin consultar a los países”.
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Argentina no envía delegación oficial a la Asamblea Mundial de la Salud.
Alerta política:
El Gobierno empieza a distanciarse activamente, sembrando dudas sobre su permanencia en la organización.
Mayo 2025 – Visita de Robert F. Kennedy Jr. y anuncio oficial
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En el marco de una visita del funcionario estadounidense conocido por posturas antivacunas y teorías conspirativas, el Gobierno anuncia que Argentina sale formalmente de la OMS.
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Se justifica la decisión como parte de una reforma estructural hacia un “modelo preventivo y soberano”.
Punto de quiebre:
Se oficializa la ruptura con la OMS sin consulta al Congreso, sin debate público, y sin plan técnico de reemplazo.