Todos los 13 de diciembre se celebra en nuestro país el Día del Médico Oftalmólogo, con motivo de conmemorarse la festividad de Santa Lucía, protectora de la vista.
Lo cierto, es que los Oftalmólogos ponen a diario su esfuerzo al servicio del cuidado de la salud visual y de hecho, los avances científicos Oftalmológicos y las nuevas herramientas permiten optimizar las técnicas quirúrgicas para que los pacientes adquieran una mejor calidad de vida y puedan reincorporarse a sus actividades cotidianas en menos tiempo.
Con el correr de los años se nota que la tecnología y la ciencia han transformado la Oftalmología. Modernizaciones como el uso del láser permiten llevar adelante con mayor facilidad ciertos procesos, tanto clínicos como quirúrgicos.
Cabe destacar, que un Oftalmólogo es un médico especializado en el cuidado de los ojos y el sistema visual, tanto desde su vertiente médica como desde el punto de vista quirúrgico, es decir, como cirujano.
En tanto, corresponde a los licenciados o doctores en medicina, especialistas en Oftalmología: la indicación y realización de las actividades dirigidas a la promoción y mantenimiento de la salud visual, a la prevención de las enfermedades y al diagnóstico, tratamiento, terapéutica y rehabilitación de los pacientes, así como al enjuiciamiento y pronóstico de los procesos objeto de atención.
El especialista en Oftalmología es, pues, el único profesional capacitado para aportar todos los cuidados que puedan requerir sus ojos, desde la simple prescripción o adaptación de anteojos o lentes de contacto, hasta complejas y delicadas intervenciones quirúrgicas.
Además, el oftalmólogo también puede estar implicado en la investigación científica de las causas y evolución de las enfermedades oculares y problemas de visión.
Una de las consultas que suelen recibir los oftalmólogos, es ¿por qué vemos las estrellas?, a lo cual los especialistas en este campo sostienen que “la visión de larga distancia parece ilimitada, pero el límite siempre lo ponen los fotones o partículas de luz, como es el ejemplo de por qué se ven las estrellas. Aun cuando se encuentren a millones de kilómetros de distancia se pueden ver porque sus fotones impactan con nuestras retinas, sobre todo en noches sin luna ni iluminación artificial”.
Y otra duda que existe es ¿hasta dónde podemos ver los humanos?, a lo cual si bien no se sabe con certeza, se cree que los seres humanos somos capaces de ver hasta 10 kilómetros, por esto no es más que un mito forjado por el término frecuentemente empleado en meteorología de “visibilidad óptima”.