Todos los 13 de septiembre se celebra el Día Internacional del Chocolate, tal como se hace desde 1955, cada día cómo hoy en conmemoración al nacimiento de dos figuras que contribuyeron a su promoción.
A pesar de que Argentina no es un país productor de granos de cacao, es uno de los países del mundo con mayor consumo de chocolate, ya sea amargo, semiamargo, con leche, blanco, en barra, en helado, en rama o bombones.
Nuestro país lidera el ranking con Alemania, Reino Unido, Brasil, Suecia, Suiza, Estados Unidos y España, según una encuesta realizada por Statista Global Consumer Survey en 2020, con un promedio de dos kilos per cápita por año.
El Día del Chocolate se festeja el 13 de septiembre debido a que la fecha coincide con el nacimiento del estadounidense Milton Hershey, fundador de The Hershey Chocolate Company y el escritor británico Roald Dahl, autor de ‘Charlie y la Fábrica de Chocolate’, historia que muchos años después Tim Burton llevó al cine con Johnny Depp.
Milton Hershey nació el 13 de septiembre de 1857 en Pensilvania, Estados Unidos. Con poca educación, y después de algunos fracasos -fue a la bancarrota dos veces antes de llegar a los 30 años-, fue el fundador de la exitosa compañía chocolatera The Hershey Chocolate Company.
Roald Dahl, en tanto, nació el 13 de septiembre de 1916 en Oxford, Inglaterra. Novelista, cuentista, poeta y guionista británico, entre sus obras más populares se encuentran Charlie y la fábrica de chocolate, James y el melocotón gigante y Matilda.
La palabra ‘chocolate’ tiene una historia lingüística variada e interesante. Según la mayoría de las investigaciones, la palabra “xocolatl” viene del náhuatl “xococ” que significa agrio y “atl” que significa agua, por lo que se refiere a una bebida agria.
En la cultura mexica, esta bebida amarga y espumosa era mezclada con diversas especias y se tomaba fría.
“Históricamente, las semillas de cacao viajaban como un bien preciado entre las valijas de quienes volvían a España. Los incas entregaron la bebida del cacao a los españoles mezclada con agua y especias, lo que resultó en una bebida desagradable al gusto europeo. Pero se dieron cuenta que al mezclar esta bebida con agua caliente se lograba un sabor mucho más rico.