Las palabras tienen peso, sobre todo cuando provienen del Presidente de la Nación. Javier Milei que volvió a generar un sismo político -y diplomático- al declarar en una entrevista televisiva que “Irán es un enemigo de Argentina”. La frase, dicha en medio de la escalada bélica entre Irán e Israel, no solo tensó el panorama internacional, sino que activó una alarma en el Congreso.
Diputados del bloque Unión por la Patria presentaron un pedido de juicio político contra el mandatario, argumentando que estas declaraciones no solo comprometen la neutralidad argentina en conflictos internacionales, sino que violan la Constitución. “Queremos ser claros: esto es causal de juicio político”, expresó el legislador Eduardo Toniolli, uno de los impulsores del reclamo.
Milei, la guerra y el Congreso
Milei no solo calificó a Irán como enemigo del país. También reiteró su alineamiento total con Israel y los Estados Unidos, en una coyuntura marcada por bombardeos, represalias y amenazas de escalada nuclear. “Israel está haciendo el trabajo sucio que no hacen otros”, dijo el Presidente, como si hablara en nombre de una potencia beligerante y no de un Estado que aún no ha aprobado formalmente ninguna participación militar externa.
Pero la Constitución es clara: “Es el Congreso el que habilita, o no, al Poder Ejecutivo a la paz y a la guerra”, recordó Toniolli. Las palabras del Presidente, aunque no equivalgan legalmente a una declaración bélica, sí pueden ser interpretadas por otros Estados como una postura oficial de confrontación. “Cualquier beligerante puede tomar esto como una declaración de guerra”, alertó el diputado.
El patrón Milei: evadir al Congreso
No es la primera vez que la administración Milei actúa al margen del Congreso en temas sensibles de política exterior. Toniolli recordó el antecedente del acuerdo informal entre la canciller Diana Mondino y el Reino Unido -bautizado Mondino-Lammy- por su similitud con el polémico pacto Foradori-Duncan, denunciado por haberse hecho “por la puerta de atrás”.
“¿Por qué se hace de esta manera? Para esquivar al Congreso, que es una práctica usual en nuestro gobierno”, denunció el legislador, que anunció el inicio de la ronda de conversaciones con otros bloques para ampliar el respaldo al pedido de juicio político.
¿Quién define los enemigos de Argentina?
Las declaraciones de Milei reabren una pregunta que debería incomodar a todos los sectores democráticos: ¿puede un presidente, por decisión personal y sin respaldo institucional, declarar a otro país como enemigo de la Argentina?
La afirmación de que “Irán es un enemigo de Argentina” tiene como base los atentados a la AMIA y la Embajada de Israel, ocurridos hace décadas, cuya autoría intelectual y judicial sigue en debate. Pero convertir esa memoria en doctrina de Estado, sin proceso legal ni discusión parlamentaria, supone un salto al vacío.
En lugar de una política exterior seria, lo que Milei ofrece es alineamiento ciego, retórica inflamatoria y desprecio por las instituciones. Esa mezcla peligrosa nos acerca más a la inestabilidad que a la soberanía.
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