Brian Gato Ríos Quiroga (30) ya confesó haber asesinado al jubilado cordobés Héctor Aguilar (65), quien viajó engañado desde su provincia hasta San Rafael en julio de 2023 y se encontró con la muerte. Pero ahora resta saber la cantidad de años de prisión que recibirá por ese crimen que marcó la agenda del Sur provincial en su momento.
En ese sentido, la Fiscalía ganó una batalla judicial este jueves ya que consiguió que el expediente se ventile ante un jurado popular donde el sospechoso podría ser penado a prisión perpetua.
El fiscal Javier Giaroli tiene imputado a Brian Ríos por homicidio agravado por ser cometido con alevosía y criminis causa. Según su teoría, el hombre fue uno de los que engañó a Héctor Aguilar con un perfil falso de Facebook, lo hizo viajar hasta San Rafael y lo asesinó con el fin de garantizar la impunidad del robo que cometió. Esa teoría fue sostenida por un juez que realizó la audiencia judicial donde confirmó la elevación a juicio del expediente.
La defensa de Brian Ríos no niega que sea el autor del crimen, ya que el propio detenido lo declaró en la investigación, pero buscó cambiar la calificación legal. Fuentes judiciales detallaron que la teoría defensiva es bastante particular: según su reconstrucción, Brian Ríos quiso matar a la víctima de una puñalada pero en realidad el jubilado cordobés falleció por un golpe en la cabeza que sufrió con una piedra. Bajo esa curiosa hipótesis, los abogados sostienen que el hecho debe ser calificado como tentativa de homicidio simple -por la puñalada- y homicidio culposo -por el golpe en la cabeza-. Claro que la pena por esos delitos es sensiblemente inferior a la prisión perpetua.
Sin embargo, la jueza María del Carmen Camiletti descartó el recurso de apelación de la defensa y confirmó la elevación a juicio oral y público del expediente.
Desaparición y crimen en San Rafael
En los primeros días de 2023, Héctor Aguilar fue contactado por una mujer en su perfil de Facebook. La fémina -luego se demostró que era un perfil falso- lo terminó convenciendo de que años atrás habían tenido una relación sexual ocasional y que ahora tenía una hija producto de ese encuentro. La víctima cayó en el engaño, a tal punto que envió dinero a distintas billeteras virtuales en concepto de manutención y decidió viajar a San Rafael, donde supuestamente vivía la mujer con su hija, para rescatarlas, ya que era víctima de violencia de género y no pasaba una buena situación económica.
El 1 de julio de ese año, Héctor Aguilar se subió a su Gol Trend y salió desde su pueblo natal, San Basilio, ubicado en la localidad de Río Cuarto. Esa fue la última vez que su familia lo vio con vida. Al día siguiente ingresó a la localidad sanrafaelina de Cañada Seca, donde había quedado en encontrarse con la mujer. Pero se encontró con un hombre que para la Fiscalía se trataba del Gato Ríos Quiroga, quien había recuperado su libertad el 17 de junio pasado tras ser condenado por hechos de violencia de género.
Héctor Aguilar terminó recibiendo una primera herida de arma blanca en el costado izquierdo del tórax, lo que hace suponer que estaba sentado en el asiento del acompañante y no manejando su vehículo. El golpe fatal se lo dieron cuando ya estaba maniatado con alambres. Por eso la imputación contempló el agravante de la alevosía -cometer el hecho cuando la víctima está indefensa-. Terminó ocultando el cuerpo en un lugar inhóspito en la zona cercana a la mina Sierra Pintada y dique Los Reyunos.
Tras la desaparición de Héctor Aguilar, los investigadores empezaron a profundizar en su búsqueda con las conversaciones que mantuvo la víctima mediante Facebook y WhatsApp con la supuesta madre de su hijo, con escuchas telefónicas donde hablan sobre el crimen en San Rafael y con las billeteras virtuales que estaban a su nombre y de los dos presos que quedaron vinculados a la causa. Todos fueron detenidos semanas después.
En el expediente fueron imputados el asesino confeso Brian Gato Ríos Quiroga; su novia Silvia Raquel Luffi (30), la madre de ella Silvia Luffi y los presos Alan Eloy Martínez (27) y Hernán Ariel Oviedo (31) por estafa; y el sereno César Daniel Campos por encubrimiento. Casi todos ellos, excepto Gato Ríos, resolvieron su situación en la causa. César Campos pasaron por un juicio abreviado donde admitió haber recibido y desguazado el auto que le sustrajeron a la víctima fatal. Fue condenado a una pena de 3 años de prisión en suspenso.
En tanto que Luffi, su madre y el recluso Alan Martínez terminaron sobreseídos. Si bien en la investigación se comprobó que Héctor Aguilar envió sumas de dinero a sus cuentas de Mercado Pago cuando fue estafado, todas las personas que declararon en la causa coincidieron en que el asesino Brian Ríos también los engañó y nunca les dijo que esa plata provenía de un fraude. Hernán Oviedo fue condenado por ser parte de la estafa.
Fuente: Diario UNO