La Justicia de Córdoba ordenó la prisión preventiva de Pablo Laurta, ciudadano uruguayo acusado del doble femicidio de su expareja, Luna Giardina, y de su exsuegra, Mariel Zamudio. El acusado permanecerá detenido en la cárcel de Cruz del Eje, mientras avanza la investigación que lo señala también por otro crimen cometido en Entre Ríos.
Prisión preventiva para Pablo Laurta
El juez de Control de Córdoba resolvió dictar la prisión preventiva de Pablo Laurta, principal sospechoso del doble homicidio ocurrido a fines de septiembre. La medida se adoptó tras analizar evidencias que lo vinculan directamente con la muerte de Giardina, de 26 años, y de Zamudio, de 54.
Laurta, de nacionalidad uruguaya, fue imputado por la Fiscalía de Instrucción de Violencia de Género y Familiar de Segundo Turno por delitos gravísimos. En el caso de Giardina, enfrenta cargos por “homicidio calificado por el vínculo, alevosía y violencia de género”. En cuanto a Zamudio, la acusación es por “homicidio agravado por alevosía y violencia de género”.
Otro crimen en Entre Ríos complica la situación judicial de Laurta
Mientras avanza el proceso en Córdoba, la situación judicial de Pablo Laurta se agravó por una segunda causa en la provincia de Entre Ríos, donde también se le dictaron 120 días de prisión preventiva. Allí se lo investiga por el homicidio del remisero Martín Palacio, ocurrido en la ciudad de Concordia.
Según la investigación, Laurta habría contactado a Palacio para realizar un supuesto viaje hacia Santa Fe. Horas después, el acusado apareció solo conduciendo el auto del remisero.
El crimen del remisero Martín Palacio
De acuerdo con el informe judicial difundido por el diario Clarín, Martín Palacio fue asesinado de un disparo en la cabeza. El encuentro entre ambos ocurrió el 7 de octubre en la terminal de Concordia. A las pocas horas, Laurta fue visto solo en una estación de servicio de San Salvador.
Días después, la Policía de Entre Ríos encontró un cuerpo desmembrado en la zona rural de Estación Yeruá. Faltaban la cabeza y los brazos, que fueron hallados semanas más tarde cerca de Rosario del Tala. Los peritos confirmaron que los restos pertenecen “en un 99%” a Palacio, a la espera de los resultados de ADN.
Un patrón de violencia y ocultamiento
Los investigadores sostienen que Pablo Laurta ejecutó a Palacio, lo descuartizó y dispersó los restos en distintos puntos para entorpecer la investigación. Luego, incendió el Toyota Corolla de la víctima en Córdoba, en un intento por borrar evidencias.
El crimen del remisero habría sido cometido antes del doble femicidio, lo que refuerza la hipótesis de una cadena de hechos planificados con extrema violencia.
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