Tras varios años de recesión acompañados con un crecimiento exponencial de la deuda externa y el desempleo, el 3 de diciembre de 2001 -durante el gobierno de Fernando de la Rúa- se impuso el “Corralito“. La medida económica pretendía paliar la crisis social de la época, pero el enojo social fue enorme y derivó en una gravísima crisis política.
Así comenzó
Los números del desempleo no paraban de crecer, tampoco lo hacían la deuda externa y la recesión, los argentinos padecían este difícil contexto económico. Así fue como el Gobierno decidió imponer fuertes restricciones sobre la extracción de dinero en todos los bancos y así evitar el retiro inmediato de los billetes disponibles, a esta medida se la conoció como el “Corralito“.
Si bien se trató de una respuesta desesperada por solucionar el problema económico, terminó por empeorarlo ante el congelamiento de los depósitos de la gente. La respuesta de la población no se hizo esperar: marchas masivas, cacerolazos, saqueos y una fuerte represión policial caracterizaron el estallido social del 2001 donde murieron unas 39 personas.
El 20 de diciembre de la Rúa renunció a su cargo. La situación se había tornado incontrolable para el sector político, tanto que en menos de una semana se sucedieron cuatro presidentes.