La investigación por el triple femicidio en Florencio Varela, en el que fueron asesinadas Brenda del Castillo, Lara Gutiérrez y Morena Verdi, sigue sumando capítulos. Uno de los señalados, Manuel Valverde Rodríguez, tío de “Pequeño J” —principal acusado del crimen—, volvió a negar su participación y aseguró tener pruebas de dónde estuvo en los días del hecho.
Valverde, sobre quien pesan dos pedidos de captura, uno nacional y otro internacional, había publicado días atrás un video en el que apuntó contra la prensa argentina y desmintió su presencia en la llamada “casa del horror”.
“Yo no estuve en Argentina, ya estaba en Perú”
El hombre reapareció públicamente y sostuvo que no tiene ninguna relación con el triple femicidio narco. En diálogo con Telenoche (Canal 13), explicó que el día de los asesinatos se encontraba en Perú:
“Sí, es mi sobrino. Fui a visitarlo, pero luego crucé a Uruguay y desde allí regresé a Lima porque no me dejaron entrar de nuevo a Argentina. Tengo constancia de mi ingreso al país en Migraciones”, declaró.
Valverde afirmó que el jueves 18 de septiembre se realizó una revisión ocular en Perú, y que el viernes 19 grabó un video con fecha y hora para probar su ubicación: “Ese material se lo entregué al periodismo para demostrar mi inocencia”.
La palabra de una imputada y el pedido de captura internacional
Celeste Magalí González Guerrero, dueña de la casa donde ocurrieron los asesinatos y una de las imputadas en la causa, señaló directamente a Valverde como uno de los presentes en la vivienda.
Ante esa declaración, el Juzgado de Garantías N°4 de La Matanza ordenó su detención tanto a nivel nacional como internacional.
Pese a ello, el tío de “Pequeño J” aseguró que no planea entregarse porque eso le implicaría “un trámite engorroso”: “Tendría que dejar de trabajar y de ver a mi familia. Además, si me presento, me llevan a un penal y no tengo a nadie en Argentina”, afirmó.
“Mi hermano era un delincuente común, no un narco”
Durante la entrevista, Valverde también reconoció que su hermano —padre del principal acusado del triple crimen— tenía antecedentes, pero se distanció de cualquier vínculo con el narcotráfico:
“Era un delincuente, pero delincuente común, de carteras, no narcotraficante. Yo trabajo y tengo mis documentos. Respecto de mi sobrino, no sabía nada. Los jóvenes no cuentan las cosas a los mayores, somos los últimos en enterarnos”, expresó.
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